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  1. Decálogo inverso del Día del Traductor

    lunes, 15 de octubre de 2012

    El 30 de septiembre celebramos el Día del Traductor. Aquí podéis leer un par de textos de Muñoz Molina y Xosé Castro sobre el segundo oficio más antiguo del mundo. Os dejo, con un año y dos semanas de retraso más dos mudanzas de por medio, un decálogo personal inverso con ideas sobre lo que NO es un traductor.

    1- Los traductores NO son diccionarios. Por tanto, no conocen todas las palabras de un idioma ni son unos incompetentes por no saber cómo se dice en inglés un término técnico de aeronáutica o de física cuántica.

    2- Los traductores NO suelen ser bilingües ni trilingües. Empresas y alumnos, cambiad el chip. Si queréis que las clases de inglés os las dé un nativo porque, aunque sea camionero, seguro que controla de didáctica más que un español, allá vosotros.

    3- ¿Y tú qué libros traduces? NO traduzco libros. [Cara de indignación de quien formuló la pregunta]. Soy más de software, contratos, títulos universitarios, páginas web, menús de restaurantes, manuales de móviles, videojuegos, folletos turísticos...

    4- Un traductor NO es un ama de casa, aunque muchos nos ocupemos también de no vivir en pocilgas, comer sano o poner lavadoras. Cuidado con el poder de las preposiciones: trabajamos desde casa y, circunstancialmente, en ella. Pero, en muchos casos, podríamos hacerlo con un equipo portátil desde la playa, un parque, el bar de la esquina o un congreso.

    5- Los traductores NO son máquinas. Igual que les ocurre a los programadores, diseñadores o escritores, se cansan si pasan ocho horas delante de un ordenador. Además, les suele gustar descansar el fin de semana y, si tienen que trabajar por algún motivo, es lógico que pidan un precio más alto. Ya que lo hacen los cerrajeros, subámonos al carro.

    6- Un traductor NO es tu prima la que chapurrea alemán con ayuda de Google Translate, Linguee y Wordreference (esto ya para primas que se las dan de profesionales); tampoco tu amigo cuya capacidad de hablar inglés mejora con dos copas ni ese que pone en su currículum que tiene nivel medio de cinco idiomas. 

    7- Los traductores NO trabajan por amor al arte ni son robots sin corazón ni mean colonia. Comen, beben, leen, se ilusionan, viajan, tienen familia y días malos, discuten y cometen errores como la gente normal.

    8-Un traductor que sepa solo un idioma además de su lengua materna NO es un bicho raro. De hecho, la mayoría solemos trabajar con uno o dos pares de idiomas. Cuánto daño ha hecho la políglota Anne Igartiburu (y las capas de Drácula de Ramón García, todo sea dicho).

    9- Un traductor NO es (necesariamente) intérprete y este, a su vez, no es (necesariamente) actor de cine y teatro. Parece que a muchos les cuesta entender esta asociación de ideas. Y sí, también nos ha hecho un flaco favor Nicole Kidman.

    10- La última la elegís vosotros, que no quiero que esta entrada se quede en la carpeta de Borradores eternamente.

    Besos

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  2. Querer no es saber

    domingo, 4 de marzo de 2012

    Dibujar se me da fatal. Puedo y, a veces, quiero hacerlo, aunque los resultados se parecen más a los de alguien de seis o siete años de edad. Por eso, cuando he necesitado un dibujo profesional, en este caso, un logotipo de empresa, se lo he encargado a un diseñador y no he empezado a pintar la idea que me rondaba por la cabeza sin ayuda. Podría haber dibujado mi propio logotipo pero eso no quiere decir que el resultado hubiera sido óptimo. Esta entrada va de eso. Querer hacer algo no es sinónimo de hacerlo bien.

    Parece que muchas empresas no opinan lo mismo que yo. Últimamente, se multiplican los ejemplos de reputación tirada por los suelos por una pésima traducción (mejor, localización) de productos y servicios. Seguro que conocéis docenas. Aquí me quedo con tres:

    1- Hace tiempo escribí a la empresa que desarrolló un conocido gestor para Twitter. Meses después recibí respuesta. Buscaban gente para "ayudarles" a traducirlo a varias decenas de idiomas. Les contesté con mi disponibilidad y tarifas. Malentendido. Lo que querían en realidad eran traductores voluntarios. El premio: que tu nombre aparezca en su web. Estoy ansiosa por ver el resultado. En Twitter también citan a su "vibrante comunidad de traductores voluntarios" que se dejan párrafos en inglés o se inventan una frase de error original donde las haya.


    2- ¿Qué podemos decir de Facebook? Pues que un gigante que sale a bolsa con una valoración de miles de millones de euros no tendría que pedir limosna en forma de opinión, ya no a traductores voluntarios, sino a sus propios usuarios. Eso sí, a cambio nos ofrecen utilísimas traducciones gracias a Bing. No sea que tengamos un amigo ruso o japonés y no entendamos si nos está insultando o tirando los trastos. ¡Qué considerado es este Mark!




    3- El tercer caso es, para mí, el más doloroso porque se trata de una aplicación que uso a diario. 4square utiliza la geolocalización y se convierte en una mezcla de juego con amigos, oportunidad de negocio para empresas y centro de recomendaciones de ocio. He intentado contactar con ellos a través de su bolsa de talentos. Imposible a no ser que se conozca a alguien de dentro. Mientras tanto, se me ocurrió empezar una iniciativa en Twitter que varios compañeros me ayudaron a bautizar. Con la etiqueta #xl8badge ("badges" son los trofeos que se consiguen en 4square al completar determinadas actividades), tuiteo fallos de traducción que dejan claro que esta gente tan cool de NYC y SF necesita contratar, por ejemplo, a una traductora pacense quizá menos cool pero sí más preocupada por la calidad. Al final, los ejemplos resultan hasta graciosos:

    - Una mejor práctica (...) es crear una única Página de tu marca paraguas y utilizar Tips.

    - Felicidades! Tu check-in en x reciente acaba de desbloquear el badge Gym Rat.

    - Las listas te ayudan a encontrar lo mejor de todo, desde bollos de cerdo hasta parques.

    - Explorar: Sugerencias para Thursday at 10:19am.

    - Ya sea que seas un restaurante (...) carrito de comidas, tienda de departamentos...

    Y no nos olvidemos de las categorías de establecimientos que proponen:

    En Comida tenemos sitios muy adaptados a la cultura local: restaurante libre de gluten, barra de jugos, local de macarrones con queso (¡qué poca variedad!), restaurante malasio o Turkish restaurant.

    En Tiendas y Servicio, los clásicos Camera Store, Car Wash, mercado de pulgas, florería, Newsstand, disquería o tienda de pasatiempos. Y cuidadito por la noche en los locales nocturnos porque lo mismo te metes en un hookah bar que en un antro.

    Supongo que algún día no muy lejano, empresas como 4square cruzarán el charco; si es así y no quieren que todos nos descarguemos su aplicación en inglés o troleemos sobre su mala estrategia de internacionalización, ¿pagarán y se darán cuenta de que querer NO es saber? Y, si no fuera así, ¿habrá gente desinteresada, "vibrante" y con tiempo libre dispuesta a traducir gratis? Intuyo que la respuesta ya la sabemos.